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La Señora de Cao ha sido uno de los grandes descubrimientos hallados dentro de investigaciones arqueológicas en el Complejo Arqueológico El Brujo. Este hallazgo se dio en un recinto ceremonial, cerca a la esquina noroeste de la Huaca Cao Viejo y corresponde a los primeros estadios constructivos de este templo mochica . Gracias a la ubicación de su entierro, este no se vio perjudicado ni por las abundantes lluvias a las que sí estaba expuesta la parte alta; ni a la humedad que afectaba la parte baja del complejo.
Para Ingrid Claudet, gerente general de Fundación Wiese, la Señora de Cao es una de las figuras femeninas mejor conservadas no solo del Perú, sino de América, la cual no tiene comparación, aunque agrega que esto no significa que no podría aparecer otro personaje así.
“Le debemos a la Señora de Cao muchísima información, debido a haber tenido el privilegio de encontrarla acá y al estado de conservación en el que fue encontrada por los científicos que la tuvieron a cargo. Vendrán nuevas tecnologías que van a hacer que nos replanteemos muchas cosas que teníamos consideradas en momentos previos, se van a reescribir reinterpretaciones, y probablemente se descarten ciertas afirmaciones que se hicieron y se abran nuevas hipótesis de investigación”, agregó Ingrid Claudet.
El fardo de la Señora de Cao fue encontrado junto a tres personas asociadas, cada una en una tumba independiente. Si bien, actualmente, los arqueólogos no han podido definir el rol específico de la Señora de Cao, lo que sí se puede decir es que fue un elemento muy importante en las decisiones que se tomaron en el lugar donde fue enterrada. En este lugar no se sepultaba a cualquier individuo, sino solo aquellos que eran importantes en términos económicos o políticos.
Según Régulo Franco, arqueólogo que participó en el descubrimiento de la Señora de Cao, cuando realizaron las investigaciones en el sitio no esperaban hallar una tumba y fue una sorpresa encontrar el fardo funerario en excelente estado de conservación.
El especialista cuenta que todo el procedimiento de extracción del fardo se dio con extremo cuidado. El equipo del proyecto realizó el traslado del paquete mortuorio hasta el laboratorio de campo, donde luego se inició el proceso de apertura del mismo.
La Señora de Cao estaba envuelta en un fardo conformado por tres etapas. A causa de ello, el producto final era un fardo voluminoso que alcanzó a pesar más de 100 kilos. Cabe resaltar que los investigadores tardaron aproximadamente seis meses para poder tener contacto directo con el cuerpo.
La parte más interna del fardo contenía los objetos directamente asociados al personaje, por lo que en este se incluían sus vestidos, narigueras, alhajas, aretes y collares. Luego de este fardo viene una segunda etapa, la cual estaba compuesta por bandas tejidas de manera ritual con varios metros de extensión. En esta segunda etapa también se encontró presencia de algodón nativo.
Finalmente, en el fardo más externo, menos próximo a su cuerpo, se ubicaban los emblemas de poder: las diademas, los paños con placas de cobre dorado, las porras, entre otros.
“Encontramos los emblemas de poder, que estaban unos sobre otros; y las coronas estaban aplastadas. Hallamos los vestidos de la Señora de Cao y otros elementos importantes de ella (sus bienes). Y luego, después de varios meses llegamos a reconocer al individuo que estaba dentro de este paquete funerario. Este momento para nosotros fue inolvidable”, aseguró Régulo Franco.
Actualmente, podemos ver a la Señora de Cao en el museo del sitio del Complejo Arqueológico El Brujo.