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La sociedad mochica fue un grupo cultural que se asentó principalmente en la costa norte del Perú, en la época prehispánica. Esta población, destacó por su ingenio artístico, su compleja organización político-religiosa, así como por las vastas construcciones que dejaron a lo extenso del territorio en el que se asentaron. En esta publicación te contaremos acerca de la organización social mochica.
Según algunas investigaciones arqueológicas, se sugiere que el origen de los mochicas podría remontarse a la sociedad Gallinazo, alrededor del año 200 a.C. Esta última se formó unos 300 años antes (Millaire et al., 2016).
Sin embargo, no hay que omitir que existe evidencia de varias entidades mochicas coexistiendo alrededor de los años 100 y 800 d.C. (Castillo y Donnan, 1994), las cuales compartían códigos culturales similares.
La sociedad mochica estaba organizada de manera jerárquica y estratificada, con una élite gobernante en la cúspide de la estructura social. Esta clase superior, que incluía figuras como el Señor de Sipán y la Señora de Cao, detentaba el poder político, religioso y cultural en la sociedad mochica.
Los líderes mochicas promovieron la producción de pinturas murales, hermosas piezas elaboradas en los más finos metales, la fabricación de cerámicos delicados, entre otros. Estos no solo destacan por su valor artístico, sino que también eran elementos que usaban para plasmar su cosmovisión y comunicar su complejo sistema de creencias.
A través de cada una de estas piezas, tenemos un acercamiento a la forma en que estaba estructurada su jerarquía social, cómo se llevaban a cabo sus batallas, sus sacrificios humanos e incluso, conocer los seres sobrenaturales en quienes creían. Los líderes mochicas utilizaban la religión y los objetos asociados a esta como una forma de legitimar su autoridad y control sobre la sociedad.
Las investigaciones hechas en los territorios que ocupó esta civilización han permitido que hoy sepamos que los mochicas se asentaron en dos áreas principales: una al norte y otra al sur, por lo que podemos decir, que se establecieron en zonas desde el Alto Piura hasta Huarmey. Además, la evidencia arqueológica permite especular que en cada una de estas áreas, existieron diferentes grupos de personas con sus propias élites y clases sociales.
Si hablamos del declive de esta civilización, podemos observar que durante la primera mitad del siglo VII se produjeron cambios importantes tanto en la zona norte como en el sur. Por un lado, se evidenció una crisis climática en la costa, y por el otro, la expansión de la sociedad wari. Como consecuencia de ambos fenómenos (climático y social), se desencadenó un período de decadencia que llevó al grupo asentado en el sur, a pesar de los esfuerzos de sus gobernantes por afianzar su autoridad, a desacreditar la imagen de sus líderes y del sistema, lo que resultó en el abandono de sus templos.
Respecto al territorio ubicado en el norte, la dinámica fue diferente, aquí los ajustes en el discurso religioso mochica permitieron la supervivencia, aunque agónica, de su élite; evidencia de esto es la tumba del Señor de Sipán, cuyo gobierno se habría desarrollado en este período.
¿Te interesaría conocer más sobre esta maravillosa cultura? ¡No dudes en visitarnos! El Complejo Arqueológico El Brujo es un lugar único porque sintetiza toda la historia de los hombres y las mujeres que sucesivamente han habitado la costa norte peruana, durante los últimos 14 milenios. En este proceso, el florecimiento de la cultura mochica (200 - 800 d.C.) reviste especial importancia por la destreza artística y conocimiento tecnológico alcanzados durante ese período.
En el museo de sitio de El Brujo se puede contemplar una muestra de los objetos develados por las excavaciones arqueológicas. Aquí reposa el cuerpo momificado de un personaje icónico para el Perú, la Señora de Cao, en un sorprendente estado de conservación.
Además, en el Brujo se pueden visitar diversas huacas y espacios arqueológicos, como la Huaca Cao, la Huaca Cortada y la Huaca Prieta y un espacio especialmente acondicionado para experiencias místicas. El servicio de audioguia ha sido especialmente elaborado por quienes están a cargo de las investigaciones y custodia del sitio arqueológico, permite completar la experiencia con información interesante y reservada solo para quienes visitan el lugar. ¡Te esperamos!
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